¡Espere, no se rinda, sea un vencedor!

Todo líder (pastor, padre, madre, esposo, esposa, patrón y empleado) ha tenido el deseo de «tirar la toalla». Y muchos lo han hecho, los resultados han sido muy caros. Hay diez consejos que me han ayudado a seguir corriendo la carrera y a tomar buenas decisiones.

Elías tiró la toalla, salió corriendo de delante de una mujer, justo después de haber sido uno de los más grandes instrumentos en la historia del Antiguo Testamento (1Reyes 18). Pedro, después de la resurrección y la aparición de Jesús también dijo: "Voy a pescar" (Jn. 21:3) y varios otros discípulos se fueron a pescar con él. Yo he sentido la tentación y seguramente usted también.

Todos los que estamos en liderazgo enfrentamos problemas, complejidades, «misterios» que resultan en «sobre carga», tristeza, o deseos de escapar de la responsabilidad. Y viene el pensamiento de volver a una vida donde no recibo la crítica, donde no tendría el peso de tratar de ayudar a cambiar a gente o a un hijo que no quiere cambiar, donde pudiera ir a la iglesia el domingo sin el peso de «representar a Dios» ante los hombres, ni la responsabilidad de que cuando algo va mal es por «mi falta»....

 Aún Jesús tuvo un serio conflicto, angustia profunda y hasta el deseo de que pudiera pasar de Él la obra que tenía por delante. Cristo deseaba evitar la cruz y el sufrimiento. Esto nos muestra que no hay pecado en que tengamos gran conflicto dentro de nosotros. Sólo pecamos cuando finalmente no hacemos lo que es la voluntad de Dios.

 Diez conceptos que me han ayudado en los momentos mas difíciles: 

1. "Nunca dudes en la oscuridad de lo que has visto en la luz". Este consejo me ha salvado de muchos errores en momentos oscuros de mi vida. Cuando el piloto está en las nubes y no puede ver la luz del día, es cuando más tiene que confiar y obedecer a sus instrumentos. Nosotros en los momentos oscuros, necesitamos obedecer lo que Dios nos ha enseñado cuando estuvimos en la luz.

2. Escoger entre ser dinámicos o estáticos (superar o ser superado). "Si corriste con los de a pie y te cansaron, ¿cómo contenderás con los caballos? Y si en la tierra de paz no estabas seguro ¿cómo harás en la espesura del Jordán? (Je. 12.5). RVR 60. Dios quiere desarrollarnos, hacernos más fuertes, la forma en que lo hace es a través de los desafíos y dificultades que nos llevan a nuestro límite y allí, Él nos hace atravesar el limite. Así es como crecemos, aunque duele.

3. Nunca tomar decisiones cuando estoy: cansado, enojado, enfermo o resentido. Creo que la causa contribuyente de que Elías escapara era que estaba muy cansado por la tensión y no había comido en todo el día. Por eso Dios le dio comida y descanso antes de hablar con Él. En muchas oportunidades he aconsejado a pastores que deseaban tirar la toalla, casi siempre estaban completamente fatigados. Les aconsejé que se tomaran dos o tres días para descansar.  Después ellos mismos vieron la situación con más claridad y fuerza. Es muy fácil acumular cansancio en la vida. Hay tantas cosas que ocurren justo en los momentos menos apropiados…. ¿No has notado, que el hermano querido en la iglesia, siempre muere cuándo es menos propicio?  El líder lleva una vida muy agitada, y constantemente se le presentan situaciones que requieren su atención. No por nada Jesús se apartaba regularmente para descansar y orar.

4. Edificar gente requiere tiempo y mucha, mucha paciencia. Jesús tuvo problemas con sus discípulos. En cierta ocasión que yo me sentía bastante desilusionado con mi ministerio porque algunos de mis discípulos habían fracasado en varias áreas, me puse a estudiar el libro de Mateo. De repente empecé a ver que los discípulos de Jesús lo habían abandonado unas cuantas veces, se pelearon entre ellos, discutieron con el mismo Jesús, fueron lentos en entender… Igual que los hombres con los que yo había estado trabajando. Si Jesús, que era perfecto, lleno de gracia y de sabiduría, tuvo sus dificultades en formar personas, ¡Que esperanzas hay para nosotros!

5. No escuches todo. "Tampoco apliques tu corazón a todas las cosas que se hablan, para que no oigas a tu siervo cuando dice mal de ti; porque tu corazón sabe que tú también dijiste mal de otros muchas veces" (CLH. 7.21-22). Cuando las personas están molestas, enojadas, sometidas a pruebas, etc., dicen muchas cosas que realmente son exageradas y que no dirían en ocasiones normales… como también lo has hecho tú y yo. Aprende a no escuchar ni aplicar tu corazón a estas cosas porque sólo te harán mal. «A palabras necias, oídos sordos.»

6. Perdonarnos a nosotros mismos. Todos nosotros cometemos errores y necesitamos poder aceptar que hemos metido la pata, arrepentirnos, aceptar el perdón de Dios y tomar en serio el cambiar. Un ministerio no termina necesariamente porque hayamos errado o fracasado, sino cuando nos rehusamos a confesar y apartarnos de nuestro error. Moisés erró seriamente cuando tomó la salvación del pueblo de Dios en sus manos, pero terminó siendo uno de los hombres que más respetamos. Casi no hay hombre de Dios realmente famoso que no haya cometido errores serios. La clave está en Prov. 28.13: "El que encubre sus pecados no prosperará, mas el que los confiesa y se aparta alcanzará misericordia". Y también hay que perdonar, como nosotros deseamos ser perdonado....

7. Mientras más oscuro está, más estrellas podemos ver. Algunas de las verdades más profundas que aprendí en mi vida espiritual las aprendí en los momentos más difíciles. Fue en un momento muy oscuro de mi vida, cuando me atacaron y criticaron falsamente, cuando entendí algo de cómo se sintió Jesús cuando fue traicionado. Muchos de los Salmos más hermosos salieron de los momentos más difíciles en la vida de David. Pablo, en 2 Corintios 1, habla de cómo aprendió a confiar en Dios que resucita a los muertos en el momento en que llegó a perder la esperanza de vivir. Y Pablo nos indica que es allí que aprendemos a consolar a otros con el consuelo que nosotros recibimos. 

8. Aprende a escuchar y a cambiar. Un conocido siempre me decía: «si dejas un clavo en la pared, el diablo cuelga un cuadro». Necesitamos sacar todos los clavos y pajas para no darle lugar al diablo. Generalmente nuestros amigos cubren nuestros errores y nuestros enemigos los magnifican. Pude aprender varias lecciones valiosas de las personas que me habían criticado, cuando aprendí a escucharlas y a desechar la magnificación pero no la paja (o viga) que dio lugar a la crítica. 

9. Escoja sufrir con gracia y no sin gracia. Todos los siervos de Jesús han sido llamados a sufrir, y de eso no podemos escapar. Pero lo que sí depende de nosotros es la manera en que sufrimos. "Pues, ¿qué gloria es, si pecando sois abofeteados, y lo soportáis? Mas si haciendo lo bueno sufrís, y lo soportáis, esto ciertamente es aprobado delante de Dios. Pues para esto fuisteis llamados, porque también Cristo padeció por nosotros, dejándonos ejemplo, para que sigáis sus pisadas; el cual no hizo pecado, ni se halló engaño en su boca; quien cuando le maldecían, no respondía con maldición; cuando padecía no amenazaba, sino encomendaba la causa al que juzga justamente…" (1 Pe. 2.20-23). En muchos casos de la historia, los cristianos han demostrado la verdadera espiritualidad por la forma en que han sufrido. En cambio, hay otros grandes hombres que han caído y han perdido su autoridad en la prueba, porque se hicieron como los malos en vez de sufrir con gracia. Nunca puedo ni debo justificar mi carnalidad porque otros me hayan tratado en su carnalidad. 

10. Después de la tormenta sale el sol. " Porque tú nos has probado, oh Dios; nos has refinado como se refina la plata. Nos metiste en la red; carga pesada pusiste sobre nuestros lomos.

Hiciste cabalgar hombres sobre nuestras cabezas; pasamos por el fuego y por el agua, pero tú nos sacaste a un lugar de abundancia.…Sal. 66: 10-12 LBLA

 Mientras más intensa ha sido la tormenta, más limpio es el aire, y con más firmeza brilla el sol. Dios nos refina de la misma forma, y cuando le hemos respondido nos saca a un lugar de abundancia. Cuanto más es lo que Satanás va a perder en la batalla, más grande es la batalla. No dejemos que nos venza el mal. Tenemos que vencer el mal con el bien.

 Levantémonos, sigamos lavando los pies de otros, abrazando los planes eternos y la llama celestial. Sigamos fieles el ejemplo de Aquél que quiso escapar de la muerte, pero no lo hizo...por nuestra salvación, sino decidió cumplir la voluntad de Su Padre. Él es, el que nos espera.

 Adelante!

Randall Wittig

Foto usado con permiso de pexels-run-ffwpu-10226369.jpg

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