No Tengo Fe…

¿Cómo puedo aumentarla?

Por Mercedes Wittig

En una ocasión una persona que asistía a un grupo de crecimiento, me decía: «Hermana, yo no tengo FE y le he pedido al Señor un montón de veces a solas y a través del grupo y de otros hermanas de la iglesia que me dé FE, pero hasta ahora no tengo Fe.» 

¿Porque dice eso? la pregunte. «Es que he tratado en algunas ocasiones de decirle a una montaña que se traslade a otro lado y no pasa nada». 

Los apóstoles en Luc. 17:5 le dijeron al Señor: “Auméntanos la FE.” Ellos pedían una FE instantánea, milagrosa… pero… ¿Cómo se aumenta la FE?

 “La Fe viene por el oír, el oír la Palabra de Dios.” (Ro. 10:17), lo cual a mi en lo particular me dice que tengamos CONOCIMIENTO de quien es DIOS en toda su plenitud.

Queremos FE y nos conformamos con leer un versículo diario, como si eso fuera suficiente para no sentirnos mal por fallar al Señor por no leer su Palabra. Somos nosotros los que debemos necesitar mas y mas de su Palabra para fortalecer nuestra FE. Ya que a través de su Palabra de principio a fin, es que conocemos a Dios.

Para empezar, aprendemos acerca de Noé, quien tuvo suficiente FE para construir un Arca de gran tamaño porque vendría un diluvio. A pesar que todos se burlaban de él, continuó construyéndolo por muchos años, porque Dios le había requerido que lo hiciera. Y él en FE y confianza en Dios, lo hacía y su FE fue premiada; ya que él y su familia fue salvada de morir ahogada.

Conocemos de Abraham que creyó a la promesa de Dios que le aseguró que su descendencia sería tan numerosa como las estrellas de los cielos. Sería padre de naciones siendo ya viejo, y aun peor, cuando no tenía hijos. 

También vemos a Jacob siendo protegido por el Señor cuando se iba a enfrentar con su hermano Esaú al regresar a tomar posesión de su lugar. 

Vemos a Moisés dirigido y protegido por el Señor que guió al pueblo de Dios a la Tierra Prometida tal como el Señor le había mandado. Y él fue testigo de todos los milagros portentosos que nuestro Dios realizó, no solo en Egipto sino también en el desierto: tales como dar de comer pan a aproximadamente dos millones de personas diariamente, luego les dio a comer carne, el Señor sacó agua de la roca para dar de beber a su pueblo,  la ropa y el calzado no se gastaban…etc. 

También nos damos cuenta que Dios dotó a Sansón de una fuerza sobrenatural para vencer a los Filisteos. 

Nos enteramos que David siendo un jovencito venció a un gigante al lanzarle una piedra con su honda y que por ende Dios estaba en esta acción.

Aprendemos de Esther que estuvo dispuesta a morir cuando se enteró que talvez Dios le había permitido estar en esa posición para preparar el camino para bendecir a los suyos, y poder así, preservar a su pueblo….

A Isaías a quien levantó para anunciar la venida del Mesías etc..

Es maravilloso ver a nuestro Padre y Su Hijo Jesucristo obrar en tantas formas diferentes. En el Nuevo Testamento, en Los Evangelios observamos a Dios sanando toda clase de enfermedades, levantando muertos, abriendo los ojos de los ciegos, sanando a personas con problemas emocionales, dando de comer a multitudes y sobretodo vemos ese amor de Dios al enviar a su Hijo a morir en sacrificio para salvar a la humanidad entera del pecado y de la muerte... ¡¡¡ESO ES GRANDE!!! 

Observamos las maravillas de Dios a través de Pablo, Santiago, Pedro, y que de Apocalipsis, que nos habla de la revelación de nuestro Señor Jesucristo con todo lujo de detalles, etc.. 

Todo esto a mi particularmente me indica “CONOCIMIENTO DE DIOS” y que por ende incrementa mi FE. Porque de esa manera es como conocemos Todos sus Atributos; ya que además de Omnisciente, Omnipresente y Omnipotente, conocemos de su Grandeza, su Misericordia, su Gracia, su Verdad, su Amor, y su Fidelidad. 

El es Portentoso, Poderoso, El es La Realeza más grande que podamos imaginar, ÉL es el Creador de lo que vemos y lo que no vemos y sobre todo que se hizo hombre para venir a salvarnos de nuestros pecados y pagó con su propia sangre para Redimirnos.. 

De tal manera que ese Dios quien es nuestro Padre es del que estamos hablando aquí, a quien, si queremos tener FE debemos conocerlo a través de su Palabra ya que Él es quien cuida de nosotros.  Y es en quien debemos: Confiar, saber Esperar, Obedecer, Nos ayuda a mantenernos FIELES. Y sobre todo tener la Seguridad de nuestra salvación y que un día estaremos gozando en su presencia y teniendo una vida plena en la eternidad con Él, pero otra vez eso no sucede si nosotros no lo conocemos y no sabemos quien es Él y de lo que Él es capaz de hacer. 

 Lamentablemente muchos Cristianos por no estudiar a fondo su Palabra y no saber quien es realmente nuestro Padre, Su Hijo Jesucristo, y el Espíritu Santo, no tienen la Fe para creer y para estar seguros de su salvación. Y cuando alguien les pregunta: ¿Pero tú estás segura de tu salvación? Y la persona contesta: “bueno… no…no estoy segura...” 

Otro acontecimiento triste que se da en nuestras iglesias es que la FE se toma a la ligera  ya que los hermanos hacen las siguientes declaraciones: “Por FE voy a ir a tal lugar, por FE voy a caminar 2 millas, por FE me voy a despertar temprano, por FE voy a comprar tal o cual cosa…” y así sucesivamente, y usted talvéz recordará que lo ha escuchado en alguna iglesia o ha pronunciado estas palabras a la ligera “por FE…”

Suena como a un juego de palabras, porque en realidad no entendemos que en realidad la FE es en primer lugar el CONOCIMIENTO DE DIOS a través de su Palabra.

Pero sigamos en el texto y veamos que les respondió Jesús a sus discípulos a la petición: “Auméntanos la FE”.

“Si tuvieras la fe del tamaño de un grano de mostaza, dirías a este árbol, desarráigate y plántate en el mar, y éste lo haría”… 

En realidad el Señor siempre hablaba a través de parábolas y lamentablemente muchas veces agarramos esto literal como la hermanita que me decía que no tenía Fe porque no trasladaba montañas de un lado a otro.  ¿Usted se imagina la locura que sería de muchos trasladando árboles al mar o montañas de un lugar a otro?

Pero después que les hace ver lo pequeñísima que era su fe, les cuenta esta parábola del Siervo en Luc. 17:5-10  Al final de la parábola les dice:

“…Así también ustedes cuando ya hayan cumplido todo lo que Dios les manda deberán decir.  “Siervos inútiles somos, porque no hemos hecho más que cumplir con nuestra obligación”.

¿No es acaso, que FE también significa servicio y obediencia a Dios? Es en lo que EL nos mande a hacer y ser agradecidos por el privilegio de servirle. 

¿No les parece interesante la forma de describir la FE?

FE es además Renunciar a lo que más amamos por agradar a nuestro Dios, como lo hizo Abraham quien iba a sacrificar a su único hijo por obediencia a Dios.

FE también es Confianza cuando Rahab escondió a los Espías enviados por Josué; ya que ella había escuchado acerca del Poderoso Dios de ellos, y estaba convencida que El destruiría a Jericó.

Fe es Dar a otros y compartir con ellos en sus necesidades como leemos en Stg. 2:14 : “Hermanos míos, ¿de qué le sirve a uno decir que tiene FE, si sus hechos no lo demuestran?.”  Stgo.2:17 “…así pasa con la FE, por si sola, es decir, si no se demuestra con hechos, es una cosa muerta.”

FE es No Dudar que recibiremos Sabiduría como dice en Stg.1:6 “Pero tiene que pedir con FE, sin dudar nada; porque el que duda es como una ola del mar, que el viento lleva de un lado a otro” Si conocemos verdaderamente, esperaremos en su voluntad, sin dudar en que recibiremos lo que El tiene preparado para nosotros.

Si queremos tener FE, debemos aprender a conocer y a obedecer a nuestro Padre y a Su Hijo Jesucristo en todo sentido, de tal manera que estemos convencidos que Él puede ayudarnos en cualquier circunstancia que estemos atravesando de acuerdo a su voluntad, y que nuestra FE sea consciente que aún cuando la prueba sea muy dura que podamos servir a nuestro Señor con todo nuestro ser como Él se merece cuando nos dé el privilegio de servirle.

Quiero parafrasear lo que dice en Stg. 1:2: Debemos sentirnos dichosos cuando nos hallemos en diferentes pruebas, puesto que de esa forma nuestra FE es puesta a prueba y de esa manera es que aprendemos a soportar con fortaleza el sufrimiento. Además que procuremos que esa fortaleza nos ayude a perfeccionarnos para llegar a tener una madurez sin que nos falte nada. 

Mi deseo con este mensaje es que estudiemos su Palabra a conciencia, con el deseo de conocerle mejor y sin lugar a dudas que nuestra FE será engrandecida y que tengamos ese Conocimiento de Dios que tanto necesitamos.

Y así cuando llegue la prueba de nuestra FE y hayamos visto a nuestro Padre obrar, no como nosotros esperábamos sino como Él quiere. Él sabe lo que nosotros necesitamos.

Nuestro Señor quiere que seamos mejores personas, con una FE tan grande que nos sea fácil obedecerlo, porque habremos visto cuán sabio,  grande y poderoso es nuestro Padre Celestial.

No pidamos por una FE instantánea. La FE es inspirada por el Espíritu Santo a través de su Palabra. Cuando nacemos…¡Nacemos por FE, pero crecemos en FE por el conocimiento de Él.!

Y recuerde ¡No pida Fe, sino pida con Fe, porque usted ha conocido a través de su Palabra que Él es quién dice ser y que cumplirá lo que dice.

¡Crezcamos juntos en fe!

Previous
Previous

¿Qué le dice la parábola del Sembrador al evangelizador desanimado?

Next
Next

Lecciones sobre liderazgo que aprendí a fuerza de golpes